La provincia de Chiriquí en Panamá, situada en la frontera con Costa Rica, es una región de gran importancia geológica, con una variedad de formaciones rocosas, estructuras geológicas, características geomorfológicas, recursos hídricos y riesgos geológicos significativos. En este artículo, se discutirán los aspectos más importantes de la geología de Chiriquí.

Índice
Geología regional
Chiriquí se encuentra en el extremo sur de América Central, en la zona de convergencia entre las placas tectónicas del Caribe y de Cocos. La región es conocida por su compleja historia geológica, que ha sido influenciada por la actividad tectónica, volcánica y sedimentaria a lo largo de millones de años.
La geología regional se puede dividir en tres unidades principales: el Batolito de Chiriquí, las formaciones sedimentarias del Mioceno y los depósitos recientes. El Batolito de Chiriquí es una gran masa de roca ígnea que se formó hace unos 70 millones de años, durante el Cretácico tardío. Su composición es principalmente granodiorita y tonalita, y constituye una fuente importante de materiales para la construcción en la región.
Las formaciones sedimentarias del Mioceno se depositaron hace unos 15 a 10 millones de años, durante el Neógeno. Estas unidades están compuestas de areniscas, limolitas y arcillas, y se han utilizado como fuente de materiales de construcción. También es importante destacar que algunas actúan como reservorios de petróleo y gas.
Los depósitos recientes incluyen depósitos aluviales, coluviales y fluviales. Estos son importantes para la agricultura y la producción de agua dulce.
Falla de Boquete
La actividad tectónica ha sido un factor importante en la historia geológica de Chiriquí, y ha resultado en la formación de estructuras geológicas como fallas, pliegues y domos.
La Falla de Boquete es una de las estructuras geológicas más importantes de la región, que se extiende a lo largo de unos 70 kilómetros desde Boquete hasta la costa del Pacífico. Esta falla se formó durante el Pleistoceno y ha sido responsable de la creación de la Cordillera de Talamanca, así como de la elevación de la cordillera de la provincia de Chiriquí.
Esta estructura es una falla de deslizamiento lateral izquierdo (sinistral) que forma parte del sistema de fallas de Panamá. Se creó a medida que las placas tectónicas de Nazca y Cocos se desplazaron hacia el este y chocaron con la placa del Caribe. Los terremotos son comunes a lo largo de la Falla de Boquete debido a la alta actividad tectónica.
Además, la Falla de Boquete es responsable de la formación de una serie de depresiones tectónicas en la región, conocidas como graben. Estas depresiones son causadas por el movimiento de las rocas a lo largo de la falla, que resulta en un estiramiento y adelgazamiento de la corteza terrestre.
Asimismo, los pliegues y domos son características importantes de la geología estructural de Chiriquí. El Domo de Chiriquí es un ejemplo de un domo de sal con una edad que se remonta al Terciario. También se pueden encontrar pliegues en las formaciones sedimentarias principalmente del Mioceno en la región.
Geomorfología
La geomorfología de Chiriquí está influenciada por la actividad tectónica, la erosión y la sedimentación. La Cordillera de Talamanca y el volcán Barú son dos de las características más destacables de la región.
La Cordillera de Talamanca es un conjunto de montañas que se extienden desde el sur de Costa Rica hasta el noroeste de Panamá. Estas montañas son el resultado del tectonismo y han sido esculpidas por la erosión durante millones de años. Los valles y las llanuras aluviales que rodean la cordillera son importantes para la agricultura y la producción de agua dulce en la región. Está compuesta por rocas sedimentarias y volcánicas del Cretácico y Terciario, y es una importante fuente de agua y recursos minerales en la región.
El volcán Barú, situado en el centro de la provincia, también ha tenido un impacto significativo en la geomorfología de Chiriquí. Es el pico más alto de Panamá, con una altitud de 3.475 metros sobre el nivel del mar. El volcán Barú es un volcán activo, aunque su última erupción ocurrió hace más de 1.400 años. La actividad volcánica ha resultado en la formación de cráteres, conos y domos volcánicos, así como también flujos de lava y ceniza que han afectado a la región circundante.
Hidrogeología
La presencia de recursos hídricos subterráneos y superficiales son importantes para el comportamiento hidráulico de las aguas en la región. Los acuíferos subterráneos son particularmente sustanciales para la agricultura y la producción de agua potable.
Los acuíferos de Chiriquí están alojados principalmente en rocas sedimentarias que corresponden a formaciones del Mioceno y depósitos aluviales recientes. Estos acuíferos se encuentran cercanos a la costa y son recargados por la precipitación y la infiltración de agua de ríos y arroyos.
Sin embargo, la sobreexplotación de los recursos hídricos en la región, especialmente para la actividad agropecuaria, ha llevado a la disminución de los niveles de agua subterránea y la salinización de los acuíferos por el efecto que esto tiene en la intrusión salina.
Riesgos geológicos
Chiriquí es una región con una variedad de riesgos geológicos, incluyendo terremotos, deslizamientos de tierra y erupciones volcánicas. La actividad tectónica en la región resulta en terremotos, que pueden ser especialmente peligrosos debido a la topografía montañosa de la región. La Falla de Boquete es uno de los principales causantes de este tipo de eventos. En 1991, un terremoto de magnitud 7,7 sacudió la región de Chiriquí, causando daños significativos en la ciudad de David y en otras áreas cercanas a esta estructura.
Los deslizamientos de tierra son también un riesgo geológico común en Chiriquí, debido a la presencia de suelos inestables en las laderas de las montañas y la erosión causada por la actividad humana. Los deslizamientos de tierra pueden resultar en daños a la propiedad, lesiones y muerte.
Además, la región también es susceptible a erupciones volcánicas debido a la presencia del volcán Barú. Aunque este ha estado inactivo durante miles de años, todavía se considera un volcán activo y existe la posibilidad de una erupción en el futuro.
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Gracias por el artículo, pero faltó acompañarlo con un mapa geológico para una mejor comprensión.
Muchas gracias César. Pondremos el mapa geológico de Chiriquí. Saludos